lunes, 29 de noviembre de 2010

SABOR AQUA.

Alguien cuestiona las mentiras las llamas “verdades a medias”, “mentiras piadosas”, todo depende del lucro con que las uses.
Los hombres mienten, las mujeres mejor. Un chico de veintidós le daba cinco años menos de vida a mi personita, las demostraciones mas extrañas de cariño, hablar hasta de amor, si pero ese que va mas allá del sentimentalismo.
Ver una película tomarnos de las manos y disfrutar de las delicias de la carne y unos cuantos besos perdidos.
Comenzó a olerme el cuello, me describe como un color “Aqua” y repite con besos que le gusta el aroma de mi cabello.
Dejamos de preocuparnos por los demás, empezamos a jugar con esto que siente nuestro propio deseo, sabemos quienes somos por que nos dimos a la tarea de reconocernos con nuestras propias manos, degustarnos con besos personalizados.
Si, ¡aja! esos amoríos de quinceañera, algunas lo ven como perdida de tiempo, para mi es devolverle vida a algo muerto ¡maravilloso tan maravilloso!.
Y las despedidas no saben a nada, solo se trata de rellenar un poco de la alacena, de verlo como una necesidad básica ya saben como comer, tomar agua.
Ay días, o noches, que si lo extraño, a veces lo traigo conmigo hasta mi cama cuando pienso demasiado en el y duermo con su rostro y su cuerpo en mi pensamiento.
El también sueña conmigo, se que ay instantes en los que revivo en sus labios y su cuerpo siente mis manos rondando con caricias. Un niño jugando a ser hombre con Violetta.